Los Resúmenes ...

Sevilla FC - Deportivo

Es difícil hacer este tipo de entradas cuando tu equipo juega tan mal, con la pólvora mojada. Y más aún cuando te tiene acostumbrado a ganar y ganar, pero son cosas del fútbol, o al menos eso esperemos. Hasta ahora, el juego del equipo había sido bueno pro en la tarde de ayer eso no fue así. ¿Quién le ha metido plomo en las botas de los jugadores? Porque ayer no había ritmo, no había intensidad, no había nada de nada. El Depor se presentó ayer en Nervión para hacer su partido y claro, se llevó un punto con el cual probablemente no contaban al inicio. El Sevilla ha perdido si identidad, como ayer reconocía tanto Alves como Juande como todo el mundo, lo contrario sería negar una evidencia. Ayer no había juego en absoluto y claro si no hay juego pues tampoco tenemos bandas ni tenemos nada. Voy con lo que es el resumen en sí:

El Sevilla se hartó a tener el esférico, pero no le dio la velocidad de altos vuelos de tiempos pasados. Navas y Adriano en los costados no encontraron su vía por la banda y no acabaron de conectar con unas referencias ofensivas más que perdidas, y lo del chaval de Los Palacios empieza a desesperar a unos y otros, no encara, parece que teme al rival y le otorga el balón a Alves. A pesar de todo, Kanouté cuajó una cita para borrar, y con todo eso, fue de los más destacados del cuadro de Nervión, y perdonó el primero en el tramo final de un primer asalto que acabó el Sevilla enchufado, aunque no le duró tras el descanso.

Juande metió a Kerzhakov y Capel en el inicio del segundo asalto, en un cambio que yo no entiendo en absoluto y que habría que comentar a Juande, pero el asunto no mejoró para los intereses sevillistas. Coloccini y el canterano Piscu ganaron la partida a sus enemigos, apoyados por un Aouate segurísimo por arriba y mandando. La alta nota en la zaga se unió a las gotas de clase de la zurda de un Guardado que ya es el auténtico líder del equipo. El mexicano le dio dolor de cabeza a Alves y estuvo cerca de abrir un marcador que se movió con su ayuda. El '18' lanzó una contra de libro que, pillaba al Sevilla en campo blanquiazul, finalizó Riki con un disparo mordido que tocó a un Sevilla en caída libre.

Los locales, muy espesos, buscaron la igualada con más corazón que cabeza ante un que Depor tenía las piezas mucho mejor situadas. Muñiz Fernández anuló un gol a Kanouté que ofrece dudas y que acabó con las opciones de un Sevilla que se apaga y que suma su cuarta derrota consecutiva en Liga. Los deportivistas, tras tres derrotas y dos partidos sin marcar, se llevaron un premio merecido, trabajado y estudiado. No corren buenos tiempos por Nervión.

Palermo - Reggina

Un partido raro, resuelto en el último instante del encuentro cuando todo el mundo se hacía la idea de un empate, pero sin goles. Anda el equipo rosanero en crisis, cual Sevilla de Juande Ramos. Los jugadores y todo el equipo en sí querían devolver a la afición una victoria para calmar los ánimos y para cortar esa mala "racha".

Empezaba el Palermo el partido con ganas de llevarselo, prueba de ello, el primer tiro del partido a cargo de Simplicio y que abría la senda de una serie de contras y disparos a la meta de la Reggina que, en su grandísima mayoría, no acabarían en las redes de la porteria rival. Se llegaba al descanso con un Palermo volcado, muy ambicioso pero sin lo más importante, el gol.

El segundo tiempo comenzaba prácticamente igual que acababa el primero, con un Palermo dominador y una Reggina dominada. El partido fue fiel a este gión hasta los indicios finales, cuando los locales se ven en inferioridad por la expulsión de Biava, que cortó rotundamente una contra peligrosa de la Reggina, por lo que la decisión no admite ser juzgada. Esta expulsión propició que el Palermo se tiviera que retener atrás y llegó, llegó el gol de Amoruso, ese gol que tantagente quería que no entrase nunca, pero Amoruso en una perfecta contra bate a Fontana con un buen tiro cruzado. Y claro, como es normal la gente ya se hacía la idea de otro partido perdido y con él otra posibilidad de encaramarse ahí arriba para molestar todo lo posible y hacerse con una plaza europea. Pero no, el partido no había acabado y una jugada de Jankovic por la banda acababa en un remate de cabeza de Amauri, tan sólo instantes después del gol visitante. Acto seguido el final del partido que tal y como se dio se acabó con un gusto agridulce, agrio porque se debrían haber conseguido los tres puntos con más facilidad y dulce porque como todos sabemos es el típico resltado que te deja un buen sabor de boca, no ya por el empate en sí, si no por la forma de lograrlo.